domingo, 10 de abril de 2011

"Futuro de compra-venta de un libro: nuevas ideas para el editor"


La humanidad ha pasado por un sin fin de transformaciones y procesos evolutivos que le han permitido al hombre llegar al grado de socialización actual, es decir, en la historia humana existieron momentos, -como la aparición de la escritura o la revolución industrial ejemplificada en el dominio de la imprenta-, que se han convertido en instantes emblemáticos del devenir histórico. Así, los procesos a través de los cuales la sociedad se ha desarrollado pueden identificarse como momentos cumbre del intelecto.
            Se puede hablar de muchas transformaciones como la de la humanidad, la del reino animal, la de un automóvil, etcétera, pero una que cabe dentro de este viaje editorial es acerca del libro, el cual sufre cambios drásticos debido a la irrupción con las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC). Es así, como “los nuevos soportes amenazan con restar el protagonismo absoluto en la edición en papel a la hora de transmitir y comercializar los contenidos[1]”.
            Francisco Jimenez y Manuel Gil recalcan que el editor debe darle un giro a su labor, ya que los libros al pasar sobre cada una de las generaciones deben reforzarse en los mercados de venta, pero on-line. Por lo tanto, es necesario “pensar en digital”, lo cual significa la comprensión de los distintos soportes, los cuales convivirán durante mucho tiempo y que pueden y deben apoyarse mutuamente, es decir, se debe incorporar lo digital en el mundo empresarial. Ahora, el editor deberá adaptarse al lenguaje, reglas y herramientas de la red.
            No obstante, cualquier persona con una computadora y un teclado en casa puede convertirse en un creador de buenos y malos libros, en un pseudo-editor o autoeditor, esta situación puede amenazar a muchos editores. Sin embargo, “ahora más que nunca los editores han de replantearse cuál es realmente su cometido y función en la nueva cadena de valor de la producción editorial,…, el editor sigue jugando un papel fundamental en la selección y elaboración de un catalogo, desde un criterio particular y con una vocación estética insustituible[2]”.
            La cuestión de leer cada vez más, pero no sólo en soporte papel construye nuevos medios para difundir información. En palabras de Gil y Martinez, “la potencia del mercado on-line de la editorial decantará a los autores hacia una editorial u otra, es decir, aumentará la notoriedad e importancia de la marca editorial en el mundo on-line” las nuevas tecnologías no han traído el fin de las editoriales como intermediarias entre el autor y el lector.
            Con las redes sociales como Facebook, Twitter, blogs, o cualquier medio, en el cual interactúen el lector y el editor, se podrá hacer conexión para que el usuario obtenga la información de una obra de una manera más factible y rápida, El problema al que se enfrenta el nuevo editor no es crear valor, sino transmitirlo a unas generaciones educadas por unos elementos multimedia basados en tecnologías en las que interactúan el texto, la imagen y el sonido. Entonces, “las fuentes RSS y el surgimiento de los agregadores permiten un seguimiento de todos los focos conversacionales que ahora mismo hay en Internet[3]”.
            Los autores enumeran varias preguntas que deben realizarse el editor ante el entorno digital: ¿estamos haciendo algo para sumarnos y adaptarnos al ecosistema digital?, ¿hemos incorporado nuestra empresa en el entorno digital?, ¿tenemos páginas Web 2.0? ¿Participamos en redes sociales?, ¿cuál es nuestra estrategia de mercado on-line?, ¿estamos utilizando la impresión bajo demanda en nuestros procesos de producción?, entre otras.
            Por otro lado, en la cadena de autor-editor-producción-distribución-cliente los demás colaboradores también deberán adaptarse a los nuevos cambios en la red, ya que la “edición digital” no es la disposición de un archivo pdf o la conversión de los contenidos a un formato “multisoporte” y “multidispositivo”, sino un cambio conceptual de la propia editorial.
            Es como aparecen los nuevos procesos de producción digital: la edición bajo demanda, de tiradas cortas, impresión uno a uno y la edición digital, asunto tratado. La digitalización involucra la creación de un libro en forma liquida, la cual “aparece en unos códigos y en unos formatos que permitan producir un libro de distintas maneras: desde la impresión uno a uno hasta la construcción de contenidos digitales en formato e-book (contenido) para ser descargado a un ordenador/computador o ser leidos en un e-book (soporte)[4]”.
            El proceso en la edición tradicional se debe transformar al entorno digital para su producción, porque el autor y todo el equipo de trabajo colaboraran en un formato xml estandarizado, para después convertirlo en un pdf y por ultimo, en un e-book para su descarga. Este proceso crea nuevos modelos de negocio como la venta directa o sindicada, la suscripción, pay por view, print on demand, por modelos mixtos, entre otros. Todo esto, genera el concepto de una cadena de valor, la implantación  de la edición digital y su apuesta, redefinir los modelos de negocio-probar.
            El modelo tradicional de distribución de libros en papel: extensivo, intensivo y selectivo, elaborará estrategias de mercado on-line para la promoción de la editorial. En la construcción de plataformas de distribución y venta de contenidos digitales los clientes podrán obtener los libros a través del pago con tarjetas de crédito, el cual como pago también incluirá su librería virtual favorita. “Se podrán constituir plataformas especilizadas en contenidos, mediante el acuerdo de varias editoriales en la promoción de sus fondos por categorías para promocionar líneas editoriales semejantes, como ensayo, literatura infantil o novela poética[5]”.
            Gil y Martinez señalan algunas estrategias de mercado on-line en el entorno de la edición digital: la industria como prototipos; diferentes tipos de mercado: corporativo, producto y canal, y la determinación de las 4 “c” frente a las 4 “p”: canal, contenido, comercio, comunidad; y en el mercado tradicional las estrategias eran: push y pull.  Como consecuencia, “el editor digital lidera su propia política de comunicación, generando contenidos valiosos de información mediante una estrategia no lineal, sino circular[6]”.
            En fin, el editor deberá considerar las social networking, todas aquellas herramientas diseñadas para la creación de espacios que promuevan o faciliten la conformación de comunidades e instancias de intercambio social. Si se quieren nuevas espacios de venta, la red es la fuente principal e innovadora, se deberá actualizarse en todo lo relacionado con las NTIC.    

Bibliografía
Francisco Javier Jiménez y Manuel Gil, “La edición en el entorno digital”, en: Carmen Parvo y cols. Manual de edición, Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), Colombia, 2009, pág. 110-127.



[1] Francisco Javier Jiménez, Manuel Gil, “La edición en el entorno digital”, p.110.
[2] Ibid., p.111.
[3] Ibid., p.112.
[4] Ibid., p. 116.
[5] Ibíd., p.121.
[6] Ibid., p.123.


jueves, 7 de abril de 2011

"Mis estrategias son"

Carlos Monsiváis
presentando su libro
La promoción, menciona Smith, “incluye todos los métodos empleados por una editorial para dar a conocer un libro y hacer que la gente desee comprarlo. La promoción editorial es el campo que mediante la imaginación y la agilidad mental atrae rápidamente los ingresos. Un editor tal vez necesite años para desarrollar una idea creativa en torno a un manuscrito, pero el publicita editorial quizás vea en semanas, o incluso en días, resultados de una idea publicitaria dirigida al público[1]”.
            La editorial, por lo tanto, realizará algún tipo de promoción en torno al libro, en el caso de que no lo realice los resultados no serán como se tenían en mente. Debido a que cada libro tiene necesidades diferentes a los demás, no existe una receta para llevar a cabo esta misión. Es así, como el gerente de promoción decidirá el presupuesto destinado, lo cual en un inicio corresponde al equivalente de un 10% de las ventas de la primera edición.
            El autor explica diferentes tipos de promoción:
§  Forro o camisa: puede funcionar como un “gancho visual”. El cliente potencial tendrá curiosidad por saber más acerca del contenido del libro, de la vida del autor o las críticas hacia su texto.
§  Ejemplares para reseña: su uso adecuado puede ser la forma más efectiva y económica para promocionar una obra. “Los libros destinados a este fin deben ser enviados a periódicos y columnistas (si comentan textos regularmente o tienen un interés por el tema de un libro en particular) y a comentaristas de radio y televisión. La lista de personas a quienes se les enviará el libro debe ser detallada, además de las impresiones que serán enviadas para el cálculo de costos.
§  Copias por presentación: este método es parecido al anterior, como una forma de publicidad gratuita de parte de personas suyas opiniones tienen  peso entre el público. Los ejemplares sueles enviarse junto con una nota del editor o el autor, donde se solicita su punto de vista acerca del escrito. Los destinatarios pueden ser: 1. Líderes de opinión, 2. Especialistas, 3. Conferenciantes, 4. Figuras con renombre en la educación o bibliotecarios, 5. Distribuidores de libros, quienes pueden convertirse en buenos compradores, 6. Directores de periódicos.
§  Copias para presentación: pueden reducirse a avisos acerca de la próxima presentación de un libro, por lo que se especifica la fecha, su precio y el descuento correspondiente. Para los libreros esta información funciona como promoción, al igual que como referencia a la hora de un pedido al agotar sus existencias, o para contestar preguntas que haga el cliente. “La mayoría de las editoriales del mundo publican un catálogo comercial por lo menos dos veces al año para proporcionar a los involucrados en la venta de libros una lista que incluye los títulos que están por salir a la venta[2]”.
Folletos promocionales
§  Visitas del representante de ventas: pueden considerarse como una labor de ventas y no como una forma de promoción, ya que los portadores directos de materiales impresos promocionales son puestos en manos del cliente. Es conveniente que se produzcan folletos promocionales y muestras de los forros correspondiente, para que el vendedor pueda llevarlos consigo.
§  Espacios publicitarios: corresponde a la contratación de espacios en periódicos o revistas para la publicación de anuncios acerca de un texto. Esta categoría no se aplica a todos los libros, ya que a veces el editor decide invertir su presupuesto en otras cuestiones. Las condiciones varían de un país a otro, no sólo en el tiraje o la calidad, sino en el tipo de lectores.
Cupón
§  Cupones: esta técnica no es muy conveniente para los libreros, porque la venta al menudeo presentará una competencia. Además, ayudan al editor durante la investigación de mercado, al igual que son identificados con símbolos o letras, en cuanto al llenado y su recorte. Por ejemplo, la editorial se compromete a pagar una cantidad por cada cupón que reciba, si el anuncio no tiene la respuesta deseada, sus gastos son mayores, y si tiene éxito, tal vez, se obtengan ingresos.
§  Anuncios por correo: son empleados en países en vías de desarrollo, ya que en muchas de estas zonas las personas tienen contacto diario con los medios electrónicos.
§  Lista de posibles compradores: entre las posibles fuentes de nombres y direcciones, Smith enumera las siguientes: clientes anteriores, maestros y profesionales, bibliotecarios, directores o funcionarios, relaciones de miembros de sociedades, asociaciones de profesionales y otras organizaciones, listas de suscriptores o revistas y periódicos y listas de nombres recopilados por el autor.
§  Cupones: al enviarse a la editorial, el cliente puede solicitar un ejemplar.
§  Crédito: realizar ventas por correo sin ningún anticipo de efectivo.
§  Efectos indirectos de la promoción por correo: puede ser lucrativa, ya que los editores no necesitan pagar comisiones. Si el folleto es atractivo, el cliente buscará el libro en la editorial, por lo que habrá mayores pedidos. Se calcula que si el 2 o 3% de las personas ordenan libros, sus pagos cubrirán los gastos de los demás envíos.
§  Radio y televisión: los ponentes, comentaristas, críticos, conductores y locutores de los medios de comunicación contribuyen a la “promoción oral”. Los países que permiten este tipo de publicidad, pueden contratarse anuncios publicitarios.

FILG

§  Carteles: por lo general muestran la portada del libro en un tamaño grande para ser enviados a tiendas y ferias de libros.
§  Exposiciones: representan una molestia para las personas involucradas en actividades editoriales, las cuales creen que representan una importante forma de promoción, pero su las presentaciones exponen muchos libros, todo valdrá la pena. Son importantes los estantes, porque por ejemplo, en la participación en una feria del libro los colaboradores saben que son importantes su pertenencia por si se presentan en otra ocasión.
§  Publicidad: también pueden considerarse cualquier tipo de género periodístico.
Medalla al Premio
Nobel de Literatura
§  Premios: algunos libros se benefician con la promoción gratuita que proporciona la obtención de premios, como el Nobel, Adamjee en Paquistán, Noma de publicaciones africanas, de la Unesco, entre otros.
Publicación en revistas
§  Publicaciones en revistas: los textos pueden publicarse como crónicas, artículos periodísticos o recomendaciones.
§  Presentaciones del autor: “si el autor cuenta con reconocimiento a nivel nacional, son útiles las entrevistas por radio y su participación como conferencistas o su asistencia como invitado de honor en banquetes y recepciones[3]”.
§  Promoción de libros en conjunto-conjunta e imaginación y oportunidad: si la editorial tiene poca existencia y pocos títulos impresos es fácil, aunque costoso, hacer promoción para cada libro. La colaboración entre editores y libreros puede adquirir beneficios de distintas maneras. Usar medios BTL o medios pocos convencionales.
  
BTL

Bibliografía
Datus C. Smith: “9. Promoción: hacer que la gente desee comprar el libro”, en: Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES-México, 1991.



[1] Datus C. Smith: "9. Promoción: hacer que la gente desee comprar el libro", p.131.
[2] Ibíd., p. 134.
[3] Ibíd.., p.143.

lunes, 4 de abril de 2011

“Te vendo un libro”

Venta de libros
Cuando el proceso técnico de un libro ha terminado, se prosigue con una de las etapas con mayor importancia, ya que aquí se determinará el éxito del producto obtenido, es decir, la venta. La idea no sólo radica en la obtención de dinero, sino que el proyecto debe ser visto como un trabajo a futuro, por lo que la distribución de los ejemplares es uno de los puntos a consideración, ya que el texto debe quedar en las casas de los lectores, en las bibliotecas, en las escuelas, donde sea. A través, de las ventas se mejorará el crecimiento y desenvolvimiento de la editorial. 
Exportación
         Smith menciona varias formas de comercialización editorial:
a) Clientes individuales: venta directa con el público
b) Instituciones: principales clientes como escuelas o bibliotecas. La técnica consiste en la venta entre diferentes países, ya que a futuro se pueden necesitar otros métodos para cada tipo de obra.           
c) Vendedores al menudeo: consiste en un proceso de libro por libro, sobre todo si se cuentan con varios títulos.
d) Mayoristas: es el intermediario entre las editoriales y los vendedores al menudeo, hecho por el cual llega al lector. Estos actores colaboran con la venta y conexión entre los países en vías de desarrollo.
            Otro punto en consideración es la exportación, problema al que debe enfrentarse la editorial a la hora de vender los ejemplares a nivel internacional. Este proceso conlleva algo de tiempo y dedicación frente a la complicación de las distintas lenguas en las que debe estar escrito el libro, las políticas de distribución o la economía, entre otros. No obstante, manejar este proceso en manos de terceros resulta viable para la empresa.
            Las formas para lograr ventas son las siguientes:
·         Clientes individuales: la editorial vende el texto al comprador del libros en librerías, clubes o por suscripciones.
Biblioteca José Vasconcelos
·         Instituciones: son los clientes más importantes, entre los cuales entran las escuelas, bibliotecas o agencias.
·         Vendedores al menudeo: sólo se venden a interesados en la obra uno por uno.
·         Mayoristas: son los intermediarios entre la editorial y el vendedor de menudeo. Ellos hacen llegar al lector el libro. No vende de forma directa, no obstante en la práctica realiza la venta final.
            Los problemas para vender los libros mediante las formas anteriores se pueden representar por las diferencias idiomáticas, los obstáculos políticos, la censura y factores económicos. El proceso de ventas presenta tres pasos: la promoción, la cual se realiza para que el cliente conozca más a fondo el libro, obtener un pedido y la preparación y entrega de pedidos, paso que consiste en empacar y enviar los libros, para después realizar la factura.    Algunos factores que influyen en las ventas son el precio al público, los descuentos, el crédito, las devoluciones, las promociones, los servicios y la calendarización. Estos aspectos involucran, por ejemplo, que el libreo tenga gran cantidad de dinero invertido en libros, o que la fuerza de las campañas logre el objetivo de los pedidos, además de ganar la confianza del vendedor y la planeación de tiempos para un libro.
            Por obvias razones, el autor tiene como objetivo que su libro sea vendido, por lo que las estrategias de venta se enfrentan a distintos obstáculos, ante los cuales todo el equipo de trabajo debe estar atento. 


Bibliografía
Datus C. Smith: “8. La venta de libros”, en: Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES-México, 1991.