Roberto Zavala Ruíz explica cuáles son las partes de un libro, por lo que se deben dejar atrás los ornamentos externos.
1. Cubierta o primera de forros. Aquí se indican el nombre del autor o autores, titulo y subtitulo de la obra, número de volumen o tomo, nombre de la obra completa y de la editorial (pueden abreviarse o suprimirse por estética).
2. Segunda de forros o retiración de portada. Por lo general va en blanco.
3. Páginas falsas. Se le conoce también así a las páginas 1 y 2, que suelen ir en blanco.
4. Falsa portada, anteportada o portadilla. La página 3 lleva sólo el título y si la obra pertenece a una colección o una serie.
5. Contraportada o frente-portadilla (4/blanco). A veces lleva el nombre del traductor o ilustrador y la colección.
Partes de un libro |
6. Portada. De igual manera, recibe el nombre de frente-portadilla la página 5. Incluye los siguientes datos: nombre del autor; título completo de la obra y subtitulo; nombre y logotipo de la editorial; lugar de la editorial; si en la página legal (6) no se indica el año de la publicación puede incluirse en la portada. Puede llevar el crédito al traductor, prologuista, introductor, presentador, ilustrador.
7. Página legal (6). Contiene todos los datos legales: propietario de los derechos de autor e información de la edición original; fecha de publicación; nombre y domicilio de la editorial; ISBN y la leyenda “Impreso y hecho en México”. Puede incluir los datos del impresor y el número de ejemplares, si se suprime el colofón.
8. Dedicatoria o epígrafe. Si son cortos en la página 7, la siguiente página aparecerá en blanco con el fin de que el texto inicie en página impar. Lo usual es que el primer capítulo inicie en la página 7.
9. Índice general, contenido o tabla de materias. Listado de partes, capítulos y subdivisiones.
10. Texto. Es el cuerpo escrito del texto. Puede formarse por ilustraciones como fotografías, mapas, dibujos.
11. Apéndices o anexos.
Gráficos |
13. Notas, cuando no van a pie de página.
14. Bibliografía.
15. Vocabulario o Glosario.
16. Índices analíticos.
17. Índices de láminas, ilustraciones, gráficas, etcétera.
18. Índice general.
19. Colofón. Lleva el nombre y al dirección del impresor, fecha en que terminó de imprimirse y el número de ejemplares.
20. Tercera de forros o retiración de contraportada. Normalmente va en blanco, pero con fines publicitarios se registran títulos publicados o próximos a realizarse. A veces, se aprovechan las solapas con el mismo fin.
21. Cuarta de forros o contraportada. Es la presentación breve del libro, el curriculum del autor y las críticas hacia la obra.
Con respecto al tipo de letra, “su selección no es arbitraria, aunque tampoco obedece a normas fijas sino a estilos editoriales, en los que, por cierto, no deja de estar presente la moda artística[1]”. La letra es importante para la redacción y presentación del texto, por lo que se debe considerar su altura, árbol, base o pie, cran o hendidura, cuerpo, espesor, hombro o mesa, línea normal, estándar, ojo o cara y grabado. La numeración de los capítulos tiende a realizarse con números romanos o arábigos, aunque la palabra “capítulo” puede eliminarse. Mientras, que los blancos de las páginas que se dejan entre el límite superior de la mancha impresa y el encabezamiento del capítulo se llaman colgados.
Tamaños de pliego |
“El tamaño del libro depende en forma directa de las medidas en que se producen las distintas clases de papel[2]”.Con el paso del tiempo los tamaños del papel se determinaran con los dobleces necesarios de la hoja, si hay ocho rectángulos por cara (16 páginas), el tamaño del libro es en octavo (20 a 28 cm), si hay cuatro páginas se llama cuartos 15 y 20 cm), y así sucesivamente.
Papel Couché |
Para la impresión de la obra se debe considerar un tipo de papel para el texto y otro para las ilustraciones, por lo que se debe considerar el grado de porosidad y el mayor o menor satinado de la superficie a imprimir. El aspecto del papel puede ser alisados, satinados, estucados, etc., aunque los empleados en las imprentas se agrupan en dos clases: a) naturales y b)size press o encolados. Es importante mencionar que se los costos son un punto determinante para esta elección, ya que si el texto no tiene imágenes relucientes es preferible imprimirlo en un papel, por ejemplo bond.
Ahora, Zavala trata algunas terminologías del libro y el papel, como la hoja, la página, el pliego, el plieguecillo, la cuartilla, el cuaderno, la resma, el bulto o el fardo. Enseguida enlista otros términos: libro, folleto, hoja suelta, libro prolongado u oblongo y apaisado, corte, lomo, tapas, opistógrafos, obra inédita y diferentes ediciones como las acéfalas, príncipe, diamante o extracomerciales[3].
La caja de composición es el “espacio que ocupa la página tipográfica sin los márgenes, es decir, la parte impresa en la plana[4]”. El tamaño de la caja se mide en picas o cíceros, ya que el ancho del texto debe ocupar entre el 70 y 85 % del ancho de la página; comprende el blanco del folio explicativo o titulillo. El folio o número progresivo puede colocarse a la cabeza o al pie del texto, en los márgenes e ir centrados o alienados con el lado exterior de la página par o impar. Los caracteres suelen dividirse por su figura, por su estilo, por sus elementos y por su ojo. Zavala nombra a la familia como el conjunto o colección de tipos y cuerpos de un mismo dibujo o trazo.
Los márgenes son superior o de cabeza, inferior, de pie o falda, exterior o de corte, y de lomo, inferior o medianil. Para determinar este elemento suele usarse una forma normalizada. Zavala agrega que el colgado o descolgado es el blanco que suele dejarse en los principios de capítulo y divisiones mayores de un libro, mientras que la sangría es el “blanco con que empieza la primera línea de los párrafos en la composición seguida o normal”. Los espacios en tipografía suelen ser de 1 cuadratín o fracciones de ½, 1/3, ¼, 1/5 o 1/6.
El autor destaca que existen tres tipos de párrafo: el normal u ordinario (escritura común), el francés (se sangran todas las líneas menos la primera) y el moderno o americano (no hay sangría). También, hay que tomar en cuenta el cuerpo, el interlineado y los filetes o rayas que tienes diferentes combinaciones como la mediacaña, puntillados, serpentinas, finos, negro, medio luto y luto. Todo lo anterior, permitirá que la estética de la obra no quede en el aire.
Bibliografía
Roberto Zavala Ruíz: “El libro por dentro y por fuera”, en: El libro y sus orillas, UNAM, México, 2003, p. 21-33, 51-62.
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